miércoles, 9 de julio de 2014

sistemas de sicronizacion de celos en cerdas

CARRERA DE INGENIERÍA EN CIENCIAS AGROPECUARIAS
PRODUCCION PECUARIA I

INTEGRANTES: Leonardo Ojeda                                                                  NIVEL: 5to “A”
FECHA: 9 de julio del 2014                                                                        

TEMAR: SITEMAS DE SINCRONIZACION DE CELOS EN CERDAS

INTRODUCCION
Durante varias décadas científicos y productores se han mostrado interesados en la posibilidad de desarrollar un método simple y efectivo para el control de ciclo estral y la ovulación en la especie porcina. Casida en 1935 demostró, mediante la utilización de gonadotrofinas exógenas, la posibilidad de inducir el estro y la ovulación en cerdas prepúberes. Del mismo modo, a partir de la década del '50 las investigaciones llevadas a cabo sobre el control de la ovulación e incremento de la tasa ovulatoria, han producido resultados positivos generando programas comerciales para controlar el ciclo estral y la ovulación en la especie porcina. Estas técnicas incluyen la administración de componentes que pueden inducir la regresión del cuerpo lúteo, suprimir la liberación de gonadotrofinas hipofisarias o inducir la formación de cuerpos lúteos adicionales y su normal regresión.
La necesidad de planificar y controlar los celos, ha surgido de los cambios estructurales de la industria porcina y es por ello que, para mantener una producción estable es preciso contar con
un programa de partos sistemáticos. En la actualidad este tipo de tecnología permite lograr mayor
eficiencia en la producción de cerdos, obteniendo altos porcentajes de hembras cuyos celos son
sincronizados mediante la aplicación de tratamientos que no implican complicar las prácticas de
manejo (Gardón, 1990).

Inducción de la pubertad.

 El inicio de la función reproductiva en las hembras, involucra diferentes episodios que ocurren tanto en la hipófisis como en el ovario. En la hembra porcina, estudios realizados en la raza Large White (Camous et al.1985), han descrito 4 períodos establecidos de acuerdo a los cambios endócrinos que ocurren desde el nacimiento. Ellos son: Perinatal, primer mes de edad; Infancia,  segundo mes de edad; Activación, tercero y cuarto mes de edad y Reposo, cuarto y quinto mes de
edad.

Normalmente, el comienzo de la actividad cíclica esta relacionado con el comienzo del cuarto período (Prunier, 1985). Durante este último período: el hipotálamo, hipófisis, y los ovarios generan diferentes estímulos que inducen el crecimiento de los folículos preovulatorios. Sin embargo, han sido observadas dos situaciones en que la pubertad es demorada. Una muy alta o muy baja producción de estrógenos (Terqui, y Legault 1984).

En cerdas con pubertad demorada (8 - 9 meses) el 60 al 90 % tratadas con Gonadotrofina Coriónica Equina (PMSG también llamada eCG) en combinación o no con Gonadotrofina Coriónica Humana (HCG), generalmente presenta el estro dentro de los 7 días posteriores la tratamiento. La fertilidad del celo obtenido mediante este tipo de tratamiento no presenta diferencias con respecto al celo natural (Blichfeldt 1983).

Control del ciclo estral

El ciclo estral de la cerda es regulado básicamente por dos hormonas esteroidesproducidas en los ovarios (progesterona (P4) y estradiol (E2)) y dos hormonas gonadotrópicas producidas por la adenohipófisis (FSH y LH). Estas hormonas se producen y liberan en diferentes concentraciones a lo largo del ciclo estral. Tomando como día 0 del ciclo estral el día del inicio del celo, habitualmente la ovulación ocurre alrededor de 40 horas después del inicio del estro. Al inicio del estro, los folículos en crecimiento producen elevadas cantidades de estrógenos que estimulan tanto el inicio del comportamiento del celo como la liberación de LH. La LH será la responsable de provocar la ovulación unas 40 horas más tarde en promedio. Antes de la ovulación, los niveles de E2 comienzan a descender y la concentración de P4 a aumentar. Luego de la ovulación, se forman los cuerpos lúteos (CL) y los niveles de P4 alcanzan su pico alrededor de los días 10 a 12 del ciclo estral. En hembras que no han recibido servicio o bien en aquellas en las cuales ha fallado, los CL regresan alrededor del día 16. Debido a la caída en los niveles de P4, los folículos ováricos son estimulados para continuar el desarrollo. Nuevamente, a medida que los folículos maduran, los niveles sanguíneos de E2 aumentan, se produce el celo, el pico de LH y la ovulación. Si la hembra queda preñada, no se produce la regresión de los CL el día 16, los niveles de P4 continúan elevados inhibiendo el celo y la ovulación. Como consecuencia de ello, se produce un nuevo celo y la ovulación en aproximadamente 5 días después de la caída en los niveles de P4 en sangre. Luego del parto, la actividad ovárica es frenada por factores asociados con la lactación, de manera que el celo y la ovulación no ocurren hasta que los lechones son destetados. El celo ocurre en promedio en 4 a 5 días después, cuando desaparecen otros frenos a la actividad ovárica, tales como la lactación.

Básicamente, el ciclo estral puede ser modificado mediante la inducción de la regresión del cuerpo lúteo, supresión de la actividad folicular ovárica o por inducción de cuerpos lúteos adicionales (Polge, 1980).

Control de la fase luteal.

Inducción de la regresión del cuerpo lúteo.

Tratamiento con prostaglandinas.

Mediante la utilización de prostaglandina F2 alfa natural o sus análogos sintéticos la función del cuerpo lúteo puede ser efectivamente inhibida y la secreción de progesterona eliminada durante la fase luteal del ciclo estral. Este mecanismo posibilita sincronizar la iniciación del celo en un determinado grupo de hembras de distintas especies animales (Polge, 1980).

La sincronización de celos con prostaglandina F2 alfa puede ser aplicada exitosamente en bovinos. En esta especie animal, la luteólisis puede ser inducida en etapas relativamente tempranas del ciclo estral, y de este modo una gran parte de la fase luteal es factible de ser controlada. En contraposición, los experimentos llevados a cabo en la especie porcina, muestran que la luteólisis no puede ser inducida por la administración de prostaglandina F2 alfa o anólogos sintéticos hasta el día 12 o 13 del ciclo estral (Guthrie y Polge, 1976).
Hasta este período, los CL no pueden ser lisados por la prostaglandina F2α (PGF), a diferencia de la vaca, la regresión con PGF puede ser lograda únicamente después que los CL han estado presentes en los ovarios por un período de alrededor de 12 a 14 días. Por lo tanto, un CL de más de dos semanas debido a preñez o pseudopreñez puede ser regresado por la administración de PGF. Es por esta razón también que el parto puede ser inducido por la aplicación de esta hormona.

Por otra parte, si bien la PGF resultó ser efectiva después del día 12 del ciclo estral en ensayos individuales, en algunos casos, el grado de sincronización de celo obtenido fue poco alentador. Estos resultados pueden ser atribuidos a que si bien las hembras fueron tratadas después del día 12, no hayan tenido cuerpo lúteo suficientemente evolucionado como para responder a la prostaglandina exógena (Polge 1980).

Supresión de la actividad ovárica.

Tratamiento con progestágenos.

En el pasado, una serie progestágenos orales han sido examinados como potenciales agentes para sincronizar celos en cerdos.

El MAP (6-metil-17acetoxiprogesterona), permite controlar el ciclo estral inhibiendo la secreción de gonadotropinas, y por la tanto la función ovárica. La utilización de este compuesto, ha sido estudiada en la década del '60. La utilización de MAP en bajas dosis incorporado en la dieta de los animales (150 mg./día/animal), demostró ser efectivo para suprimir la aparición del celo. En contraposición a los buenos resultados obtenidos, se observó una alta incidencia en la formación de quistes ováricos, y reducción de la tasa de fertilidad después del tratamiento (Dziuk y Baker 1962).
En contraste, pudo observarse que los tratamientos con altas dosis de MAP (500 mg./día/animal), reducían notablemente la formación de quistes foliculares. Sin embargo con bajas dosis se obtuvieron menores índices de sincronización de celos y ovulación en los animales tratados (Dziuk y Polge, 1965).

Uno de los compuestos más promisorios para el control del ciclo estral estudiado en la década del '60 fue el Methallibure. Básicamente este compuesto inhibe la liberación de gonadotrofinas hipofisarias sin causar efectos adversos en los ovarios. La administración oral de 100 a 125 mg. diarios/animal durante 28 días, demostró ser un tratamiento efectivo para suprimir el celo y la ovulación (Polge, 1965; Davis et al.1980). El grado de sincronización de celos logrado varía entre el 70 al 90%. Normalmente el celo se comienza a manifestar entre el 5º y el 8º día posteriores a la última toma. En el año 1969 King informó sobre altos grados de anormalidades en el desarrollo, causadas en lechones nacidos de cerdas previamente tratadas con Methallibure. Poco después el producto fue retirado del mercado.

Un compuesto alternativo Allyl Trembolone ( Regumate) fue desarrollado en la década del 70. Los estudios realizados en cerdos (Knigth, et al. 1976; Stevenson, y Davis, 1981) lo mostraron como realmente efectivo en el grado de sincronización de estros, porcentaje de preñez y tamaño de la camada obtenidos. La administración oral de 12,5 a 15 mg. diarios/animal durante 18 días, suprime con un alto grado de eficiencia (mas del 90%) el estro en cerdas cíclicas.
Luego del retiro del producto, la actividad folicular se recupera espontáneamente y la  mayoría de los animales presentan el estro entre el día 4º y 10º posteriores al tratamiento. El mayor número de hembras sincronizadas (90% del total) presentan el estro entre el día 5º y 7º (Martinat-Botte, et al. 1985).

Dispositivos intravaginales impregnados con progesterona.

Los intentos de utilizar esponjas u otros dispositivos intravaginales impregnaos con P4,
no han sido efectivos debido a la baja tasa de retención. Estoes debido al sistema de producción utilizado en esta especie (confinamiento) y a que otros animales lo extraen tirando de su fijación externa, utilizada para la remoción al final del tratamiento.

Recientemente se han realizado estudios que permiten una nueva aproximación al control
del celo y la ovulación en las cerdas mediante dispositivos intravaginales. A diferencia de la administración de compuestos sintéticos por vía oral que deben ser administrados diariamente, los nuevos métodos involucran el uso de la P4 natural, administrada continuamente durante 14 días por medio de un dispositivo intravaginal. Los primeros estudios con este método fueron realizados en 1992 (13). El diseño del dispositivo es bastante diferente al usado en bovinos y ovinos. El dispositivo mide 16,5 x 2,7 cm con una superficie total de 180 cm2. Es fabricado moldeando una combinación de progesterona/silicona sobre una estructura de nylon que le da soporte. El contenido de P4 es de 2,6 g que brinda una concentración de hormona del 10% en la superficie de la silicona. El dispositivo es colocado por presión manual y extraído por medio de un gancho de acero inoxidable o manualmente.

En dos ensayos realizados en 1998 con estos dispositivos cachorras cruzas de 7 a 8 meses
de edad, y que habían manifestado al menos un celo, fueron asignadas al azar por su edad y estado reproductivo en grupos control y tratado. El dispositivo fue sumergido en una solución desinfectante y lubricado luego con gel para facilitar la colocación. Fue colocado manualmente hasta pasar el himen. Las hembras inseminadas que no retornaron al celo fueron sacrificadas aproximadamente al día 30 de preñez. Se determinó el número de CL y el número de embriones.
El celo fue sincronizado en 3 días en 41 de 43 animales (95%) que fueron tratados con el dispositivo durante 14 días. La tasa de preñez a los 30 días en las cerdas inseminadas durante los 21 días posteriores al período experimental fue del 69% (18/26) y 67% (16/24) en cerdas tratadas y control, respectivamente. El promedio de CL registrados para las hembras tratadas y control fue 16,7±0,67 y 13,9±0,71, respectivamente. La diferencia del número de CL fue estadísticamente significativa. El promedio de embriones al día 30 de preñez fue 12,1±0,84 y 10,6±0,89 en los grupos tratado y control, respectivamente.

Una de las primeras observaciones significativas en estos estudios fue la muy elevada tasa de retención (96%) de los dispositivos. Esta es una característica fundamental para el éxito de estos tratamientos, más aún con los antecedentes de pérdidas de otros dispositivos intravaginales. Sin embargo, existe una reacción fisiológica de la mucosa vaginal a los dispositivos inmediatamente luego de su colocación. Se produce una descarga mucosa clara o lechosa que desaparece en pocos días.

Tratamiento con gonadotrofinas exógenas.

 En la especie porcina, la generación de una nueva onda de crecimiento folicular, puede ser inducida en cualquier momento de ciclo estral y los cuerpos lúteos generados se mantienen normalmente por 12 a 14 días. De este modo, la administración de gonadotrofinas exógenas resulta el establecimiento de un nuevo ciclo estral (Polge, 1980). La PMSG, en combinación o no con HCG ha sido utilizada para promover el desarrollo folicular y la ovulación (Gardón, 1990). Estas hormonas pueden administrarse como único tratamiento o como complemento en la utilización de progestágenos (Polge, et al. 1968).

La PMSG, una glicoproteína de alto peso molecular, contiene ácido siálico, hidratos de carbono, proteína y aminoácidos. Posee actividad FSH/LH, si bien hasta el presente ambas
hormonas no han sido descriptas en su composición.

Estudios realizados en las últimas décadas, han demostrado la utilización de esta hormona en:

1. Inducción de la pubertad.
2. Sincronización de estros en cerdas prepúberes, luego del destete, o durante el período de lactancia.
3. Incremento de la respuesta ovárica
4. Aumento en el tamaño de la camada.

Utilización de PMSG en pruebas de campo

En los últimos años, una serie de experimentos han sido llevados a cabo por nuestro grupo
de trabajo a efectos de evaluar parámetros reproductivos tales como: sincronización de celos, dispersión de celos, fertilidad, tamaño de la camada, y tasa ovulatoria en cerdas inyectadas con PMSG en combinación o no con HCG; y establecer la incidencia del método de purificación de la hormona sobre la respuesta ovárica.
Sincronización de celos y respuesta ovárica en cerdas cíclicas.

 La utilización de diferentes dosis (500, 750, 1.000. y 1.500 U.I). de PMSG como agente
sincronizador de celos, fue objeto de estudio en un plantel de cerdas de 95 a 110 Kg. de peso vivo. El grado de sincronización de celos obtenido luego de la aplicación del producto fue del 75 a 80%. Las hembras tratadas comenzaron a manifestar síntomas de celo entre el 4º y 6º día posterior a la administración de la hormona. En comparación con otros métodos utilizados la administración
simple de 750 U.I. de PMSG demostró ser un sencillo método de sincronización de celos. La respuesta ovárica, medida a través del número de cuerpos lúteos se incrementó proporcionalmente a la dosis de PMSG utilizada. De este modo para la dosis más baja (500 U.I.), el número de cuerpos lúteos fue comparable al normal (control) (Gráfico 3). En los diferentes tratamientos que el mayor porcentaje de celos (80-90%) se presentó entre la mañana y la tarde del 4to. día (Tabla 1).


Sincronización de celos en cerdas en el momento del destete.

La sincronización de celos posdestete está influenciada por varios factores, tales como el
número de parto, intervalo destete-celo y efectos estacionales. Finalizado el período de lactancia, las hembras presentan celo entre el 3º y 8º día post destete. Esta dispersión de 5 días en la aparición de los celos, puede ser acotada a tan solo 1 o 1,5 días mediante la administración de 500 U.I. de PMSG en el momento del destete. El celo obtenido no presenta diferencias en cuanto a sus características y duración, con respecto a animales no tratados. La fertilidad y el tamaño de la camada tampoco son alterados.

 Sincronización de celos en cerdas en periodo de lactancia.

Este ensayo fue realizado sobre 80 cerdas en período de lactancia las que fueron asignadas a diferentes tratamientos con PMSG. Los lechones fueron separados de las madres durante 12 hs. los días 21.22.y 23 post- parto. Al finalizar el período de separación, se administró PMSG en una única dosis. Posteriormente las cerdas que manifestaron celo, recibieron servicio natural con un macho de fertilidad probada. El porcentaje de hembras que manifestó celo durante el período de lactancia fue del 35 al 75%, dependiendo de la dosis de PMSG utilizada y el porcentaje de preñez fue del 75%.
Sincronización de celos fertilidad y prolificidad en cerdas tratadas con PMSG en combinación o no con HCG.

Hasta fines de la década del '80 diversos estudios demostraron la importancia de la HCG
para inducir o completar la ovulación en hembras previamente inyectadas con PMSG (Baker y Coggins 1968; Polge, et al. 1968; Dziuk y Dhindsa, 1969; Valery, 1983).

 A tal fin, se realizó un estudio sobre 143 hembras cruza Landrace x Yokshire divididas al
azar en tres tratamientos con:

PMSG 750 U.I.
PMSG 400 U.I. + 200 U.I. HCG en una sola dosis
PMSG 750 U.I. + 500 U.I. HCG administrada 72 hs. después.
Los productos hormonales PMSG y/o HCG fueron administrados por vía subcutánea. Al
final de tratamiento los parámetros evaluados fueron: % de hembras que presentaron celo, % de hembras preñadas, tamaño de la camada, y peso de los lechones al nacimiento. Del posterior análisis de los resultados se demostró que los parámetros evaluados no varían significativamente cuando la PMSG es administrada en forma simple o con HCG en forma conjunta o con 72 hs. de intervalo (Tabla 2). Del mismo modo, parámetros reproductivos tales como: fertilidad, prolificidad y peso promedio de la camada al nacimiento no son afectados con los distintos tratamiento.

 Si se realiza un análisis detallado de los trabajos previos en los cuales se utilizó PMSG para
incrementar la tasa ovulatoria es posible determinar que para una misma dosis utilizada la respuesta ovárica es variable en cada caso (Tabla 3). Esta variabilidad no solo ha sido observada en la especie porcina sino también en bovino (Gonzales-Mencio, et al. 1978).

 La posibilidad de que los procesos de extracción y purificación alteren la composición de la hormona y la actividad biológica ha quedado demostrada al encontrarse variación entre diferentes preparaciones comerciales y la diferencia en la relación de actividad FSH/LH (Gonzales-Mencio et al. 1978). A tal fin, hemos llevado a cabo un estudio comparativo entre PMSG obtenida por distintos métodos de purificación (precipitación alcohólica o resinas de intercambio iónico) realizado en 148 hembras cíclicas, asignadas a diferentes tratamientos de PMSG (500,1000 y 1500 U.I.).

Finalizado el tratamiento con las dos preparaciones de PMSG obtenida por diferentes métodos de purificación, los celos observados en las hembras fueron normales y su duración no se modificó con respecto al promedio de la especie. Asimismo, no hubo diferencias en los porcentajes de celos sincronizados entre las dos preparaciones y las distintas dosis empleadas. La respuesta ovárica, medida a través del número de cuerpos lúteos, fue evaluada al séptimo día de finalizado en tratamiento. Fueron observadas diferencias significativas entre las dos preparaciones de PMSG en el número de cuerpos lúteos y folículos mayores a 6 mm de diámetro por ovario. Del mismo modo, se observo que los valores de estos parámetros se incrementaron proporcionalmente a la dosis de PMSG administrada.
Control de la fase folicular


El crecimiento folicular puede ser inducido en cachorras por la administración de una combinación de gonatropinas (PMSG y hCG) o Factor liberador de Gonadotrofinas (GnRH). A la administración de las hormonas con actividad folículo estimulante (PMSG), le sigue la aplicación unas 80 horas más tarde de hormonas que provocan la ovulación (hCG o GnRH).
Estos tratamientos generalmente son utilizados en cerdas prepúberes, en cachorras o cerdas en anestro, hembras en lactación o recientemente destetadas, e incluso luego de la supresión del ciclo estral para obtener un momento de ovulación altamente predecible para poder inseminar a tiempo fijo. Estos tratamientos combinados (PMSG + hCG) luego de inhibir el crecimiento folicular con Methallibure (14), con progesterona por vía oral (17) o para sincronizar la ovulación en cerdas inyectando eCG en el día del destete, seguido de hCG (11). En los últimos años, está disponible comercialmente una nueva hormona folículo estimulante, denominada PG 600®, que contiene 400 UI de PMSG y 200 UI de hCG. El uso de este producto ha demostrado ser efectivo no solamente para inducir celo y ovulación en animales en anestro y prepuberales sino también para ser usado combinado con altrenogest para obtener una mayor precisión en el momento de ovulación.
Conclusiones.

Existen varias opciones para sincronizar los celos en cachorras y cerdas. Los métodos de
manejo habitualmente empleados son el uso de la exposición al verraco para acelerar la pubertad en cachorras y en grupos de cerdas destetadas. Otra opción disponible incluye el empleo de productos farmacológicos para alterar el ciclo reproductivo de manera que el momento del celo pueda ser controlado.

La sincronización de celos brinda la posibilidad de programar servicios en un grupo de animales en el momento que el productor lo decida. También es posible la incorporación de hembras de reposición en un momento determinado y en aquellos sistemas de producción no intensivos reducir el intervalo entre partos. Asimismo facilitan el manejo y programación de los servicios naturales y la instalación de programas de inseminación artificial.
Debido a que en cerdas cíclicas la Prostaglandina F2 alfa o sus análogos sintéticos no son capaces de inducir luteólisis cuando son administrados antes del día 12 o 13 del ciclo estral, su utilización no es efectiva en programas de sincronización de celos en porcinos.

La administración oral de progestágenos incluidos en la dieta permite un eficiente grado de sincronización de celos sin alterar los parámetros reproductivos. Dada la caracterización de nuestro sistema productivo, este tipo de productos no sería de práctica utilización en la mayoría de los establecimientos dedicados a la producción porcina.

La utilización de PMSG permite obtener elevados índices de sincronización de celos. Por tratarse de un producto inyectable, que requiere una única aplicación, puede utilizarse en distintos sistemas de producción sin que ello implique complicar las pautas normales de manejo. Los parámetros reproductivos de las hembras tratadas no son alterados mediante la aplicación de PMSG. Asimismo, la capacidad reproductiva del plantel no se modifica ni es afectada cuando este producto utilizado en programas establecidos de sincronización de celos.

Bibliografía.


·         Blichfeldt, T.(1983) Induction of estrus, ovulation and fertility of sows injected with a PMSG,HCG combination. Proc. 5th. Conf. Diseases in Farm Animals, Uppsala, pp. 244-247.

·          Bates, R.O., Day, B.N., Webel, L.K.; Brauer, M.A. (1991). Reproductive performance of sows treated with a combination of pregnant mare’s serum gonadotropin and human chorionic gonadotropin at weaning in the summer. J. Anim. Sci. 69:894.

·          Britt, J.H., Day, B.N., Webel, S.K.; Brauer, M.A. (1989). Induction of fertile estrus in prepuberal gilts by treatment with a combination of pregnant mare’s serum gonadotropin an human chorionic gonadotropin. J. Anim. Sci. 67:1148.

·          Camous, S.; Prunier, A.; Pelletier, J. (1985) Plasma prolactin, LH, FSH and estrogen excretion patterns in gilts during sexual maturation. J.Anim. Sci. 60: 1308-1317.

·          Day, B. N. (2000) Sincronización de celos y ovulaciones en cerdas. VII Simposio Internacional de Reprodução e Inseminação Artificial em Suinos, Foz de Icuaçú-Paraná-Brasil.

·         Davis, D.L.; Knight, J.W.; Killan, D.B.; Day, B.N. (1980) Control of estrus in gilts with a progestagen. J. Anim. Sci. 49: 1506-1509.

·         Dziuk, P.J.; Baker, R.D. (1962) Indiction and control of ovulation in sows. J. Anim. Sci. 21: 698-699.

·          Dziuk, P.J.; Polge,C. (1965) Fertility in gilts following induced ovulation. Vet. Rec. 77: 236-239.

·         Gardón, J.C. (1990) Sincronización de celos y respuesta ovárica en la cerda. CABIA 20: 41-50.

·          Gonzales-Mencio, F.; Manns, J.; Murphy, B. (1978) FSH and LH activity of PMSG from mares at different stages of gestation. Anim. Reprod. Sci. 1: 137-144.

·          Guthrie,H.D.; Polge, C. (1976) Luteal function and oestrus in gilts treated with a synthetic analogue of prostaglandin F2 alfa (ICI 79.939) at various times during the oestrous cycle. J. Reprod. Fert. 48: 423-425.

·          Knigth, J.W.; Davis, D.L.; Day, B.N.(1976) Estrus synchronization with a progestagen. J. Anim. Sci. 4:1358-1361.

·         Logenecker, D.E. and Day, B.N. (1968). Fertility level of sows superovulated on postweaning estrus. J. Anim. Sci 27:609.

·          Peacock, A.J., Hughes, P.E., Johnston, N.E., Jellie, H., Jochle, W. (1992). Syncrhonization of oestrus in postpuberal gilts using controlled internal drug release (CIDR) devices. Proc. 12th I.P.V.S. Congr, The Hague. The Netherlands: 484.

·         Polge, C. (1965) Effective synchronization of estrus in pig after treatment with ICI 33828 Vet. Rec. 232-236.

·          Polge, C.; Day,B.N.; Groves, T.W. (1968) Synchronizzation of ovulation and artificial insemination in pigs. Vet. Rec. 83:136-142.

·         Polge, C. (1980) An assessment of techniques for the control of estrus and ovulation in pigs. Int. Symp.Sterioids in Animal Production.75-84.

·          Prunier, A. (1985) Physiologie du de,'veloppement sexuel de la jeune truie. Jouerne,'es Rech. proc. en France 14: 159-164.

·          Stevenson, J.S.; Davis, D.L.(1981) Estrus synchronization in gilts fed allyl-trembolone 14-18 days begining 0 to 21 days post estrus. J. Anim. Sci.53: 368-369.

·         Terqui, M.; Legault,C. (1984) Reproductive potential in females. Proc. 10th. Int. Congr. Anim. Reprod. & A.I. Urbana IV, X-16-25.

·         Webel, S.K. (1978). Control of ovulation in the pig. In Control of ovulation, (D.G. Crighton, N.B. Haynes, G.R. Foxcroft and G.E. Lamming, Eds.) pp 421-434. London, Butterworths.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario